lunes
stand by
Muy pronto quizás, he dejado de percibir el tiempo de la misma manera a como lo hacía.
Éste, ha comenzado a tornarse lento, difícil de medir si no es con un reloj
Divagando -como ya se me está haciendo costumbre- en plena noche, en mi espacio con tenue luz,
pienso, y recuerdo, que estoy con alguien que me gusta, en un bar, escuchando suave y alegre jazz,
sonrisas y risas coquetas,
una atmósfera tranquila, pero con la velocidad intrínseca que tiene toda una ciudad llena de energía
Podría ser día de semana, pero siempre había tiempo para una copa al atardecer...
Ahora que ha pasado casi un mes desde que hemos tenido que confinarnos, todo eso me parece algo lejano y he comenzado a extrañar aquel contacto con el aire compartido por seres como yo, gente de la ciudad en busca de sentir a otros y otras cerca. Aquellas conversaciones primero despreocupadas y banales, luego, más profundas, más intensas...
Quizás nada vuelva a ser como antes, ni siquiera el tiempo de antes
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