Hoy me iré nuevamente caminando hacia mi casa...me demoro aprox. 30 min. a paso rápido. Voy escuchando la música más punchin punchin que encuentro y me voy sumida en mi misma, a pesar del frío (que pasa rápido cuando se camina muy rápido...).
Mientras, los autos y la gente pasa a mi alrededor... ¿para qué ir en auto si se tienen los pies?
Más encima, en esta ciudad-pueblo hay demasiados autos, demasiados. Siempre hay tacos (no comparables a los de las grandes ciudades, pero tacos, pequeños embotellamientos) de autos con sus gentes en el interior; histéricos que no paran de tocar la bocina, algunos con la radio a todo volúmen para que todos escuchen la super buena música que ellos escuchan. Gente fumando dentro, niños gritando dentro, personas solas en sus pequeños mundos dentro...
Y yo, caminando a paso rápido, sólo caminando...y bueno, mirando todo el espectáculo que me ofrece una tarde fría otoñal...y más si es viernes...Más gente histérica, más música fuerte y tubos de escape con sonido super-turbo...
Por mi parte, a veces prefiero pasar por los lugares más oscuros (me gusta caminar cuando es de noche), con menos tráfico; camino por dentro de villas o poblaciones, observando lo que sucede en el interior de las casas, cómo vive la gente, qué cosas tiene, sus perros, sus gatos, las bicicletas y triciclos que sus niños dejan en el jardín.
Y yo, caminando a paso rápido...
La parte que no me gusta es cuando tengo que cruzar calles, pues cuando cruzo en verde, no me gusta que la gente que está en el interior de sus autos me mire y me analice como yo a ellos...
Finalmente, llego a mi casita pequeña y acogedora, con mis propias personas en su interior...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe acá tu parecer